
Se dice que para la consecución de una foto mejor esperó unos veinte minutos a que el buitre abriera sus alas, lo cual no llegó a ocurrir y finalmente lo ahuyentó para proteger a la niña. Se sabe poco sobre qué fue de la niña. Según Carter, se recuperó lo suficiente para seguir su camino. Sin embargo, fue objeto de duras críticas por aprovechar la situación para su propia fama, llegándose a comparar al fotógrafo con el buitre.
“Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla, la odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña”.
Estas son las palabras del fotógrafo Kevin Carter (el autor de la foto) tras recibir el Premio Pulitzer de fotografía en mayo de 1994, catorce meses después de tomar la foto en Sudán durante la gran hambruna. Dos meses después aparcaba su furgoneta cerca del río donde jugaba cuando era niño, enchufaba una manguera al tubo de escape y se suicidaba a los 33 años. El documental "La muerte de Kevin Carter" (canal +) sigue el trabajo de este comprometido fotógrafo y muestra el conflicto interior que le supuso la foto: el dilema entre ser un mero narrador de los hechos o intervenir en ellos.
3 comentarios:
Impactante cuanto menos. La vida del fotógrafo está salpicada de duros momentos y a veces tienes que cambiar la foto de tu vida por la obra de tu vida. Los fotógrafos tenemos corazón, sentimientos; aunque parezca que apretar el botón del obturador sea nuestra única ambición.
que fuerte,tanto la foto como la historia, de verdad, impactante
Mira q he visto veces la foto, pero es imposible evitar q se te pongan cuanto menos, los pelos de punta.
El dilema interior de toda persona, ya seas fotografo o no... o te sale la vocación humana o en su defecto la profesional. Eso si a veces se paga cara la profesionalidad, como le pasó a Carter.
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